La meditación tiene significados diferentes para cada persona: para unos está vinculado a aspectos puramente religiosos o espirituales; mientras que otros creen que es un método intelectual por el cual se potencia la atención y la consciencia para alcanzar estados más creativos o emocionalmente positivos.
SI DESEAS EXPERIMENTAR LOS BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN ES NECESARIO QUE TENGAS UN COMPROMISO DIARIO Y TE DISCIPLINES CON LA MEDITACIÓN.

Independientemente el concepto que tengas, las personas que inician en el mundo de la meditación pueden obtener los siguientes beneficios:

  • Potencia tu salud mental y aumenta tu cociente intelectual.

  • Logras controlar tus sentimientos porque se desarrolla la inteligencia emocional.

  • Le ganas a la melancolía, alivias el estrés, la ansiedad y la depresión.

  • Estimula las zonas del cerebro asignadas a la felicidad.

  • Tus ondas cerebrales y tu ritmo cardíaco logran estabilizarse.

  • Mejora tu salud ya que estimula el sistema inmune y los mecanismos de autocuración.

  • Cambia tu actitud negativa y egoísta al reflexionar sobre tus actos.

  • Te acerca a tu ser espiritual y desarrollas la consciencia de unidad con el todo.

  • Logras liberar la mente de sus propios pensamientos para alcanzar paz.


¿Cómo alcanzar el estado de meditación?


Aunque esta práctica puede realizarse a cualquier hora del día, lo ideal es que lo hagas al despertar por las mañanas o antes de dormir por las noches. Adecúa un lugar en tu casa, en el jardín o en un espacio donde tengas amplitud e intimidad. Procura que sea limpio, con pocas cosas, aireado, que te inspire calma y serenidad.

A través de la respiración. Esta es una de las prácticas más utilizadas y consiste en realizar ejercicios concretos y repetitivos de respiración, poniendo toda la atención en el aire, en cómo pasa por los orificios nasales, en el frío al inspirar y el calor al exhalar, etc.

SE PUEDE MEDITAR EN CUALQUIER LUGAR E INCLUSO ESTANDO EN MOVIMIENTO, PERO ESTOS CONSEJOS SON PARA QUIENES INICIAN EN ESTA PRÁCTICA.

A través de la contemplación de un objeto. En esta técnica se utiliza un objeto: una vela, un color (mandalas), etc., en el que centrarás tu atención hasta que poco a poco tu mente se vaya calmando.

Con el sonido. Se recurre a las ondas de sonido para inducir a un estado de concentración; por ejemplo, de campanas, cánticos, mantras o cualquier otro sonido concreto que induzca fácilmente a un estado de relajamiento.

 

Fuente: Revista VidaSana